Galletas María caseras
Las galletas María llevan acompañando nuestros desayunos desde pequeños. Cuántos de nosotros disfrutamos de este delicioso manjar con los ojos medio pegados por el sueño y una clara intención de llevar el pijama puesto bajo la ropa al colegio. Con los años, descuidamos esta comida clave tomando un café aguado y lo primero que pillamos en la máquina expendedora del trabajo. Con esta receta de galletas María caseras, volveremos a darle al desayuno la importancia que se merece.
Para elaborar estas deliciosas galletas María caseras utilizamos 150 gramos de mantequilla, 500 gramos de harina, 100 gramos de azúcar, una pizca de levadura en polvo, un huevo grande o dos pequeños, 50 gramos de azúcar moreno y un chorrito de leche.
Comenzamos combinando la harina con la levadura y tamizamos bien, reservando en un cuenco. Incorporamos a la mantequilla los dos tipos de azúcar y mezclamos, le incorporamos el huevo batido, después la harina combinada con la levadura y un chorrito de leche. Debemos conseguir una mezcla homogénea, pero sin pasarnos mucho con el amasado. El resultado tiene que ser una masa que no se quede pegada a las manos.
En caso de que la masa haya resultado demasiado seca podemos agregar un poco más de leche y volvemos a mezclar. Por el contrario, si esta resulta demasiado seca, podemos añadir un poco de harina.
Estiramos la masa en una superficie lisa, enharinada, como la mesa de la cocina o la encimera. Debemos hacer una lámina fina, de un grosor de poco menos de medio centímetro. Podemos dividir la masa en varias láminas, para trabajar de forma más práctica.
Cuadramos las placas de masa en la nevera, durante unas tres o cuatro horas. El objetivo es que se endurezcan y sean manejables a la hora de darles forma. Sacamos las placas de la nevera y cortamos las galletas dándoles la forma redonda. Podemos usar un molde, un cortapastas e incluso motivos típicos de estas galletas tradicionales en caso de contar con un tampón con el relieve adecuado.
Colocamos un papel vegetal sobre una bandeja de horno, disponemos las galletas sobre ella e introducimos en el horno a unos 170 grados entre 12 y 15 minutos. El tiempo depende mucho del grosor que le hayamos dado a las galletas y tenemos que vigilar mucho el horneado, es muy fácil que nuestras galletas lleguen a quemarse.
Finalmente, retiramos la bandeja del horno y dejamos que nuestras galletas María caseras enfríen sobre el papel de horno encima de una rejilla.
Podemos consumirlas en el desayuno o la merienda, acompañadas de una buena taza de café o de leche. También les podemos echar mermelada, combinarlas con membrillo o untarlas con chocolate, las posibilidades de sabor de estas galletas son interminables.